Ya hemos temporizado demasiado

Extracto de Muerte a crédito, de Louis-Ferdinand Céline, publicado en 1936.

4 junio 2020


Fue justo ahí, en esa orilla del río, en el número 18, donde mis padres cayeron en bancarrota en el invierno de 1892. Eso fue hace mucho tiempo. Su tienda se llamaba Modas, flores y plumas. Tenía solo un escaparate, y lo único que se exhibía en él eran tres sombreros, me lo habían contado muchas veces. El Sena se congeló ese año. Yo nací en mayo. La primavera: ese soy yo. Supongo que es nuestro destino, pero te hartas de envejecer, de ver que todo alrededor cambia, las casas, los números, los tranvías, los peinados. Vestidos cortos, sombreros arrugados —¿a quién le importa?—, carruajes sin caballos, la aviación es el futuro —¡es lo mismo! Todo va consumiendo tu atención. Yo no quiero cambiar más. Hay muchas cosas de las que me podría quejar, pero tengo que vivir con ellas. Soy un desastre, pero me adoro tanto como el mal olor del Sena. Me sentiré muy triste el día que cambien la lámpara en forma de gancho que está en la esquina del número 12. El hombre es temporal, lo sé, pero ya hemos temporizado demasiado.




Los extractos que compartimos tienen como única finalidad la divulgación literaria y artística. Los derechos reservados sobre estas obras corresponden a su autor o titular.


Traducción libre.

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