En busca del presente

Una entrevista que Reyna Paz, de La Crónica de Hoy, hizo a Gris Tormenta acerca de la antología En busca del presente, que reúne veinte años de ensayo y pensamiento contemporáneo en la revista Letras Libres.

26 febrero 2021


1. El libro, a través de los ensayos, busca responder la pregunta ¿qué es lo contemporáneo? En tu opinión, ¿qué define el término contemporáneo: apocalipsis y renacer o desencanto y vacío?

Lo contemporáneo, como concepto, se ha asociado históricamente con cualidades negativas, desde la nostalgia hasta el horror. La antología no busca tanto responder a la pregunta, sino observar la pregunta misma, pensar alrededor de ella: ¿por qué el mundo nunca ha podido entender con perspectiva el presente, sino todo lo contrario: asumir que cualquier presente representa el peor momento posible? La época que vivimos está obsesionada con una especie de culto intenso a la inmediatez del ahora: eso distorsiona, casi paradójicamente, todavía más la idea, la imposibilidad de entender qué está pasando. Los ensayos que forman la antología hablan de un aspecto de nuestra época, pero en relación a otros tiempos, de manera que el lector pueda ver que sí, que se habla del presente, pero que al mismo tiempo siempre ha sido así: que todo el pensamiento es pensamiento en renovación constante. Que no hay nada nuevo, nada que no se pueda encontrar en la historia.


2. Al no estar de acuerdo con que ciertas tragedias como el 11S o la actual pandemia marcan el inicio o el fin de una era, ¿consideras que ese inicio o final dependería de la evolución del pensamiento?

Creo que eventos como el 11 de septiembre o la pandemia actual sí pueden dejar rastros de final o inicio de una era, el problema es que esos cambios no suceden tan rápido, no los podemos observar en unos meses. Al no estar acostumbrados a pensar en plazos largos, no nos imaginamos cómo pueden verse esas transformaciones de pensamiento a nivel social en el mundo. En 2020 vimos cómo se volvió a postular de nuevo una hipótesis que varios historiadores ya habían estudiado previamente: que el tumulto social causado por la peste negra en el siglo 14 europeo fue un impulso decisivo para el Renacimiento. Pero sabemos, con esa mirada histórica, que el final del Medievo y el inicio del Renacimiento no sucedieron en un año, sino a lo largo de varias décadas.


3. ¿Opinas lo mismo que Mortimer, que nuestra supervivencia está amenazada por nuestros propios instintos?

A lo que se refiere Mortimer es que no sabemos ejercer un autocontrol sobre los recursos que como personas y sociedades poseemos, y claro que eso implica responsabilidades: desde algo en apariencia tan anodino, como el uso de una red social, hasta recursos más globales, como ejércitos y armas. Si a eso le sumamos lo que ya se dijo antes, que no somos capaces de ver más allá del momento presente, podríamos decir —como lo ha podido decir casi cualquier persona desde el inicio de la historia— que estamos viviendo en el peor de los mundos posibles. El libro justamente señala esa paradoja: con un poco de perspectiva nos damos cuenta de que no podemos hacer esa afirmación: no vivimos en un estado de excepción, sino que esta parece ser nuestra naturaleza.


4. En el texto de Gustavo Guerrero, el autor recuerda las palabras de Octavio Paz: recobrar la mirada crítica. Hoy, ¿a quienes les sigue faltando esa mirada?

Creo que es más fácil responderlo al revés: ¿en dónde tenemos más posibilidades de encontrar una mirada crítica hoy? Quizá comenzaría buscando en la literatura y las artes de todos los tiempos. Claro, no todo lo que se califica de literatura y arte la tiene. La mirada crítica es tan escasa que se puede detectar fácilmente, aun en la distancia. Pero no me refiero a la crítica del estado actual de desencanto a través de textos u obras ni al uso de un medio literario para publicar algo más cercano al periodismo, sino justo lo contrario: cultivar una vida interior, independiente, alejada de la cacofonía insoportable de los medios. Ese paso, invisible para todos excepto para el que lo da, es el acto más crítico que alguien puede realizar en este momento: pensar, actuar, crear por sí mismo, a partir de lo que está dentro de ti, no de lo que el mercado (a través, muchas veces, de acciones que parecen «nobles») impone. Esa independencia es un acto inusual, no porque sea tan difícil de realizar, sino porque no se puede hablar de ella, parece no tener una «relevancia» mediática que pueda publicitarse. Vivimos en el espejismo de las pantallas, pero pocos parecen darse cuenta de su naturaleza engañosa.


5. El ensayo de Carlos Granés es muy polémico; ¿qué opinas de su planteamiento: la lucha por la justicia es, para muchos, una nostalgia imperialista?

A lo largo de catorce páginas, Carlos Granés desarrolla un argumento muy complejo que inicia con los ideales de la Ilustración y termina con los problemas sociales actuales, como el turismo contemporáneo o el interés idealizado por el exotismo indígena. Lo que él propone es una lectura de la historia que revela, bajo una luz muy clara, los trasfondos de las «paradojas» contemporáneas, que pueden ir desde el aburrimiento de la clase media europea hasta la lucha por la justicia en países menos desarrollados. Si seguimos la lectura de Granés paso a paso, expandiendo quizá algunas elipsis históricas que el formato impone, encontramos una perspectiva que incita por sus ideas, pero también por proponer un vistazo panorámico desde una especie de mirador en lo alto, una visión a la que no estamos acostumbrados.


6. Ricardo Dudda comenta que cedemos a lo gratis y a lo cómodo. ¿Escribir sobre el futuro de las redes sociales ayudará a definir nuestro presente? O quizá pasa lo que plantea Manuel Arias Maldonado: ¿la digitalización ha dejado al descubierto la distancia entre ideal democrático y realidad práctica?

Entiendo las redes sociales como un residuo, es por eso que no pensaría en escribir o leer sobre ellas. Son opiniones, no reflejos de pensamiento. No pueden expresar un camino argumentado (ni lógico ni romántico) de pensamiento. Y, aun cuando así fuera, el medio en donde florecen me parece de tal estridencia que sería imposible encontrar «respuestas» ahí. Pero claro que son un reflejo del presente; decía Marshall McLuhan que inventamos nuestras herramientas, pero después de un tiempo esas herramientas terminan inventándonos a nosotros.


7. Incluir la correspondencia que compartieron Lina Meruane y Jorge Carrión ¿es un ejercicio experimental del ensayo?

Sí, puede leerse así. Una discusión «pública», digamos, con la liberación formal que de pronto la correspondencia puede dar. Encontramos ahí, a veces, fragmentos de «pensamientos en voz alta», que tienen el encanto de lo espontáneo. Es un buen ir y venir sobre el estado actual y el futuro de la literatura (de la novela, en específico), y quién mejor que ellos dos para discutir algo así.


8. Carrión menciona que la ciudad del futuro mantendrá viva las historias de las periferias, ¿es por eso que la literatura es el perfecto invento de la humanidad?

Imaginemos por un momento (como lo hizo Cervantes) que es justo al revés: que la humanidad es el perfecto invento de la literatura. ¿No? Todo inicia, siempre, con una historia, la historia se convierte en memoria, la memoria en pensamiento, el pensamiento en acción, la acción en creencia, la creencia en identidad, la identidad en sociedad, la sociedad en humanidad.


9. ¿Cómo realizaron la selección de los ensayos? Veo que son de diferentes años, ¿cuál fue el criterio editorial?

Cuando buscábamos el leitmotiv de la antología exploramos varios caminos, pero ninguno parecía del todo «ideal» para un libro como el que habíamos imaginado, así que después de meses de lecturas (que implicaron gran parte del archivo de Letras Libres durante veinte años), nos encontrábamos de nuevo en el mismo lugar donde comenzamos. Nos hicimos entonces una pregunta muy sencilla: ¿qué es lo que une a todos estos ensayos, a todos estos pensamientos? Y en algún momento la respuesta pareció igual de sencilla: una búsqueda de claridad, un intento de explicar qué está pasando mientras se escribe, de entender el mundo en el acto de lectura. Y fue así como dimos con el título provisional del libro: Qué es lo contemporáneo, que luego, con los meses, cambió a En busca del presente. La selección se hizo entre los editores de Gris Tormenta y Letras Libres; buscábamos los textos que mejor respondieran a esa inquietud general, a esa premisa a lo largo de las dos décadas del siglo XXI. Al final, Letras Libres ha hecho justo eso desde que inició en 1999: tratar de definir qué es lo que nos hace contemporáneos. Algo que parecía muy estimulante también era que lo hacía desde los veinte países que hablan español, lo que de alguna manera también nos dice algo, algo sobre ese pensamiento en español: una visión del mundo desde una lengua.


10. ¿Cómo cerró el año 2020 Gris Tormenta en cuestión de números?, ¿qué estrategias implementarán este 2021 mientras las actividades se reactivan?

Cerramos con números muy pequeños, como casi todos. Los libros, en general, nunca han tenido buenos números, y eso libera y a la vez angustia. Nuestra velocidad, en Gris Tormenta, siempre había sido muy lenta. En el 2020 nos desplazamos con mucha más lentitud. Pero esa baja velocidad te permite ver otras cosas. Pudimos trabajar, por ejemplo, con mucha más intensidad en los libros del 2021. Hay dos que ya están terminados: el primero se llama Ilegible, de nuestra colección Editor, y estará en librerías en febrero. El segundo es de la colección Disertaciones, se titula En una orilla brumosa, y llegará a las librerías, si todo sale bien, en abril o mayo. Hay otros, pero siguen en proceso. En realidad no tenemos ninguna estrategia para el 2021, excepto seguir leyendo para encontrar textos o ideas que nos gustaría compartir con otros lectores.



En busca del presente es parte de la colección Disertaciones, de Gris Tormenta. Escriben: Manuel Arias Maldonado, Sandra Barba, Tatiana Basáñez, Isaiah Berlin, Jorge Carrión, Félix de Azúa, Christopher Domínguez Michael, Ricardo Dudda, Jorge Galindo, Carlos Granés, Gustavo Guerrero, Jonathan Haidt, John Lanchester, Emilio Lezama, Kenan Malik, Lina Meruane, Sara Mesa, Patricio Pron y Germán Sierra.

Anterior
Anterior

La lectura ofrece espacios de libertad

Siguiente
Siguiente

Escribo para continuar una construcción que me sostiene