En presencia de la ausencia
Fragmento de In the Presence of Absence, la última obra del poeta y autor palestino Mahmoud Darwish (1941-2008). El libro es un conjunto de meditaciones sobre la prosa y la poesía, la vida y la muerte, la identidad y el exilio.
16 agosto 2021
La añoranza es lo ausente charlando con lo ausente. Lo lejano dirigiéndose hacia la lejanía. La añoranza es la sed primaveral de las mujeres con sus cántaros. La añoranza permite que la distancia retroceda, como si mirar en el futuro, aunque le llamemos esperanza, fuera una aventura y una noción poética. El tiempo presente está lleno de duda y sorpresa, el tiempo pasado cuelga de un ciprés que se sostiene sobre su tronco enraizado detrás de una colina, envuelto en su verde oscuro, escuchando atentamente un solo sonido: el del viento. La añoranza es el sonido del viento.
Cuanto más te adentras en tu soledad, como ese árbol, más te transporta la añoranza con ternura maternal a su país, hecho de fibras frágiles y transparentes. La añoranza tiene un país, una familia y un gusto exquisito por las flores silvestres. Posee un tiempo elegido con divino cuidado, un tiempo mítico y tranquilo en que los higos maduran lentamente y la gacela duerme junto al lobo en la imaginación de un niño que nunca presenció una masacre. La añoranza te lleva por su país como un guía. Te lleva a una montaña en la que solías refugiarte y deleitarte con las plantas silvestres hasta que tus poros quedaban colmados del olor de la salvia. La añoranza es olor.
Cada invierno una alegría ausente te aqueja y caminas bajo la lluvia siendo dos personas: tú y el que fuiste en otro invierno. Te dices en secreto palabras que no entiendes por la imposibilidad de la memoria de recuperar una emoción pretérita y por la capacidad de la añoranza de añadir lo que no existía a lo que existió. Como el árbol que se convierte en bosque; la piedra en codorniz; como ser feliz en una celda que te parece más amplia que un parque; y el pasado que te espera mañana como un perro fiel. La añoranza miente y no se cansa de mentir porque miente de verdad. La mentira de la añoranza es una profesión.
La añoranza es una llaga en el pecho y la huella de un país en el cuerpo. Pero nadie añora esa herida. Nadie añora el dolor o la pesadilla, sino lo que había antes. Una época en la que no había dolor, excepto el dolor de los placeres primarios que funden el tiempo como un terrón de azúcar en una taza de té, una época de apariencia paradisíaca.
La añoranza es la fusión del instinto en lo consciente y lo inconsciente. Es el tiempo perdido que se queja del sadismo del presente.
Fragmento de In the Presence of Absence, de Mahmoud Darwish. Archipelago, Nueva York, 2011.
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