El corazón de una biblioteca

El crítico literario Kim Nguyen Baraldi habla de la emoción que despiertan algunas de sus lecturas preferidas.

4 mayo 2020


En esta serie de entrevistas alrededor de la lectura, Gris Tormenta desea mostrar a un lector obsesionado con un puñado de libros; una obsesión que invite a otro lector a asomarse a una mente, a una manera ajena de leer, y acercarse a esos títulos que quizá desconozca o no ha leído todavía. ¿Cómo y por qué se desarrollan sentimientos por un libro en particular? ¿Qué provocaciones podemos encontrar en la exposición de esas emociones? ¿Podemos llegar al otro a través de sus lecturas?


¿Cuáles han sido tus lecturas más memorables, los autores y libros que relees o podrías releer?

Descubrir a Dostoievski es como descubrir el amor o ver el mar por primera vez, marca un momento importante en la vida. Eso lo escribió Borges. Y somos muchos quienes nos sentimos identificados. El idiota, Crimen y castigo, Los hermanos Karamazov. ¿Cómo pudo alguien escribir algo semejante? Durante una época, Dostoievski eclipsó mi vida. Ahora ya no me atrae, pero sigue ahí, agazapado en algún lugar de mi cabeza.

Georges Perec es mi escritor de cabecera, un gran amigo que me ha dado la literatura. Hace poco escribí un artículo en Letras Libres donde doy 53 razones por las que le quiero más que a cualquier otro escritor.

Siempre vuelvo a Patrick Modiano. Su prosa me produce el efecto de una droga. Me cambia, altera mi ritmo vital. Sus novelas sabotean mis eternas prisas. Modiano no ha escrito sino un solo libro, aunque ese libro haya aparecido en muchos tomos con títulos diversos: Calle de las tiendas oscuras, El horizonte, Dora Bruder. Leo también un Balzac todos los años como algunos se van de camping. Me encanta regresar a este mundo desmesurado y cruel. Las ilusiones perdidas es una de mis novelas preferidas. Y luego están Los detectives salvajes, 2666, El gran Gatsby, Si esto es un hombre, El Quijote, Cumbres borrascosas, Obermann, La cartuja de Parma, Vila-Matas, Simenon…

Por el camino de los ensayistas me quedo con la tríada Robert Louis Stevenson, Simon Leys, Milan Kundera. Son grandes estilistas a los que no les sobra ni una sola palabra, y que mezclan maravillosamente inteligencia, libertad de espíritu y entusiasmo por lo que leen. Basta con recorrer algunas páginas de La felicidad de los pececillos o El telón para darse cuenta de lo emocionante que puede llegar a ser un ensayo.


¿Cómo sabes cuando estás frente a un texto inagotable, cómo se convierte en un clásico personal?

Cuando me entran ganas de volver a meter el hocico. Puede ser por diversas razones: un personaje, una trama, una escena, una voz, un ritmo, un tipo de humor. Casi nunca es la misma razón. Solo la relectura me confirma que estoy frente a un clásico personal.


¿Cuál es el último que has descubierto?

Autorretrato, de Édouard Levé. Sin comentarios.


¿Cómo lees?

Decía Virginia Woolf que la única manera de leer era leyendo seis libros a la vez. Es una boutade, claro, pero estoy de acuerdo. Tengo tendencia a picar entre comidas, es lo mejor para no perder peso. Leo casi siempre fuera de casa: en el metro, bancos o cafeterías. Cuando me gusta mucho un escritor, no lo suelto, puedo llegar a obsesionarme.


¿Qué género lees más?

Novela y ensayo literario. Busco aquellos ensayos que permiten la emoción narrativa. La crítica académica me aburre profundamente, los mejores críticos literarios siempre fueron escritores. También tengo debilidad por las correspondencias y las entrevistas. Parafraseando a Leonardo Sciascia, un buen diálogo sí representa un género literario verdadero. Pero mi género favorito es el dietario, en el que caben pensamientos al vuelo, notas de lectura, recuerdos, citas, anécdotas, apuntes polémicos, descripciones de lugares y personas. Capitulares, de Julien Gracq, es el ejemplo perfecto. Ahí reina una libertad absoluta.


¿Cómo es tu biblioteca, cómo está catalogada?

Mi biblioteca es mayoritariamente bilingüe. La mitad de mis libros están en francés, la otra en castellano. También tengo libros en catalán y en inglés. En el corazón de mi biblioteca guardo los libros que más me han marcado, y en la esquina derecha, es decir, en el lugar más alejado de mi mesa de trabajo, están los libros pendientes como una suerte de continente desconocido. Luego tengo estantes dedicados a París, otras ciudades, El Quijote, Perec, Kafka, poesía, cómics, series…


Un libro que te haya gustado mucho y muy pocos han leído.

El diccionario de personajes de La comedia humana, de Balzac, escrito por Anatole Cerfberr y Jules Christophe en 1887. Imagínense más de dos mil doscientos personajes de ficción con su respectiva biografía. Una maravilla. Puedes escoger un personaje al azar y conocerlo, o leer en qué novelas aparece. No existe todavía — que yo sepa — una traducción al castellano de este diccionario. La editorial Hermida Editores se ha lanzado a la aventura de publicar todo el ciclo de Balzac, e incluirá, como colofón, un diccionario de personajes. No saben si este o uno propio. ¡Brindo por ellos!


Un libro raro de tu biblioteca que —sospechas— nadie más en la ciudad tiene.

La primera edición de La vida instrucciones de uso, de Georges Perec. La encontré, por casualidad, en el mercadillo dominical de Saint-Aubin en Toulouse. No me lo podía creer. Todo eran puestos de comida, salvo un señor que vendía unos pocos libros. Cogí el ejemplar y lo examiné con extrema cautela. El vendedor se percató de mi emoción, se acercó y me dijo: «Me alegro de que sea usted quien se lo lleve». No añadió ni una palabra más. Me lo dejó por el módico precio de seis euros.


¿Cuáles libros has regalado o podrías regalar muchas veces?

No recuerdo haber regalado el mismo libro varias veces. Creo que los últimos libros que regalé son La marca del editor, de Roberto Calasso; Armand, de Emmanuel Bove; y El gaucho insufrible, de Roberto Bolaño.


Tu editorial —o colección— favorita.

La editorial francesa P.O.L. Su editor Paul Otchakovsky-Laurens fundó la editorial justo después de la muerte de su amigo Georges Perec. El logo representa una figura del juego de go que aparece en la página 566 de La vida instrucciones de uso y significa «eternidad». La eternidad es el último librito que publicó Perec en vida, un poema en verso libre, sin trabas oulipianas. Es una editorial con un catálogo excepcional.


Tu libro más caro.

Una pequeña antología de poemas de Musset que me regaló un buen amigo, aficionado a los libros antiguos. Es una edición de principios del siglo XX. Me gusta mucho Musset.


Un libro robado.

En mi caso, lo más cercano a un libro robado es un libro no devuelto. Mi directora de tesina me prestó El verdadero San Ginés, de Jean de Rotrou, y aún lo tengo aquí, con la mala conciencia que eso conlleva. Ahora siempre devuelvo los libros que me prestan.


¿Qué te ha dado la lectura?

La posibilidad de salir de mí mismo, viajar mucho y muy lejos para regresar con más sensibilidad y menos prejuicios. Pero, sobre todo, mucha felicidad.



Kim Nguyen Baraldi (Bruselas, 1985) es crítico literario. Es Licenciado en Letras Modernas y tiene un máster en Literatura Comparada por la Sorbona (París IV). Edita el blog Calle del Orco, donde compila sus hallazgos de lectura. Ha colaborado en Letras Libres y Revista de Letras.


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