El cuento y la novela
Fragmento del ensayo de Elif Batuman, «Short Story & Novel».
23 octubre 2020
Los cuentos solo pueden albergar un contenido muy específico: la ausencia, básicamente. Personas desaparecidas, oportunidades no aprovechadas, encuentros breves que ocurren en los márgenes de la «Vida Misma»: cuando el contenido es minimalista, entonces tiene sentido seguir los dictados de la ficción breve: condensar, borrar, omitir.
Las novelas, como los cuentos, suelen tratar sobre ausencias, pero se basan en una sobrecarga de información. Un cuento dice: «buscaba x, pero no la encontré», o «ya no buscaba, y entonces encontré x». Una novela dice: «buscaba x, pero encontré a, b, c, g, q, r y w». La novela consiste en toda la basura irrelevante, en el esfuerzo por rescatar esa basura, por integrarla a la Vida Misma, en redefinir los límites de la Vida Misma. La novela es una forma fundamentalmente irónica; de ahí su poder de autoregeneración. El cuento es una forma fundamentalmente no-irónica, y por esta razón creo que está condenada.
Cuando las formas literarias disponibles ya no coinciden con el contenido disponible en la vida real, la novela puede reabsorber el desajuste y utilizarlo como material. El ejemplo canónico es Don Quijote, una obra que, según su prólogo, Cervantes concibió en una celda de la cárcel de Sevilla. Cervantes quería escribir un romance caballeresco, pero la brecha entre esa forma y su experiencia era demasiado grande. Entonces rompió la «prisión» formal: hizo de esa brecha el tema de un libro.
Extracto de «Short Story & Novel», de Elif Batuman, publicado n+1, número 4, «Reconstruction», primavera 2006. Leído en el sitio web de la revista.
Los extractos que compartimos tienen como única finalidad la divulgación literaria y artística. Los derechos reservados sobre estas obras corresponden a su autor o titular.