Sobre el libro
¿Qué es un editor? ¿Qué hace? Me lo han preguntado cientos de veces y no creo haber dado nunca una respuesta convincente, pero ahora se me presenta una respuesta perfecta en forma de libro: Una vocación de editor.
— Julio Trujillo
Este libro hace un gesto que me parece muy importante, que era un gesto de Claudio: el de evitar el pensamiento apocalíptico. Decir: vamos a escuchar las voces emergentes, están pasando cosas interesantes y hay que abordarlas. En ese sentido es un libro que también abre una puerta.
— Lina Meruane
Echevarría habla de la figura del editor como DJ: esa persona que no está simplemente poniendo la música que le gusta, sino percibiendo la reacción del público. Pero también se podría hablar del crítico, o de cierta crítica, de la misma manera: una especie de mirar a la cultura, o hacer que la cultura se mire a sí misma.
— Pablo Duarte
A ratos son unas «Vidas paralelas», siempre un análisis lucidísimo de la praxis editorial, atravesado por ráfagas de emoción contenida, más emocionante cuanto más contenida. Qué difícil y qué bien. Qué lujo. […] Quién consiga encerrar a Ignacio Echevarría a escribir unos «Escenarios de la memoria» (del que este libro podría ser un capítulo) será un héroe de nuestro tiempo.
— Gonzalo Torné
Que este homenaje provenga de un crítico, más allá de la amistad que unió sus vidas durante cuatro décadas, es un acto de amor, no ya al amigo, ni siquiera hacia al editor, sino al espacio en el que ambos se encontraron: el de los libros, el de la lectura, el de la edición, el de la prescripción, el de la crítica.
— Antonio Jiménez Morato
Lo que más me interesó es que se trata de un relato en espejo. Una lección de cómo hablar de uno, y de lo más determinante del propio quehacer, sin apenas referirse a sí mismo. Esa sabiduría, esa madurez, ese ejercicio de adelgazarse, como un paseante de Giacometti, solo está al alcance de quien lleva décadas asomado a todas aquellas imágenes que se proyectan desde los mejores textos.
— Álvaro de la Rica
En los medios
La amistad y el trabajo que Echevarría compartió con López Lamadrid dan a este ensayo el carácter de una conversación entre colegas que dialogan sobre la creación del criterio, la metamorfosis de la lengua española, el peso de la crítica, la jerga del editor y la génesis de su vocación por esta profesión.
En Gatopardo
El escritor escribe textos y el editor los convierte en libro: el arco de esa transfiguración es amplio y está muy bien descrito por Echeverría, por su cercanía con López Lamadrid y por su propia vocación de lector profesional.
Julio Trujillo en La Razón
Echevarría consigna que Claudio López Lamadrid decía «Editar es prescribir». Me gusta leer esa idea desde una óptica curativa o boticaria, en la que el editor pre-escribe una receta para sumergirnos en una manera de leer el tiempo que caminamos.
Santiago Hernández Zarauz en Letras Libres
Otros títulos en la colección
Perder el Nobel. Una historia sobre la fuerza de la literatura rusa, el oficio de la traducción y el significado de la pérdida. Y una gran introducción a Svetlana Alexiévich, Nobel de Literatura.
Las posesiones. Dos historias sobre la vida material de un escritor, sus manías y extravagancias, los premios inesperados y su postura literaria ante la vida.
Ilegible. Un ensayo narrativo sobre el arte de escribir y el proceso de pensamiento literario —elusivo, complejo, inagotable— detrás de la búsqueda de un texto «ideal».