La colección Paisaje Interior
Los editores de Gris Tormenta hablan en entrevista de la construcción y los inicios de una nueva colección editorial —la primera en cinco años—, que se suma a las dos existentes.
5 noviembre 2023
Gris Tormenta inaugura una nueva colección llamada Paisaje Interior. ¿Qué tipo de libros se publicarán aquí?
Son ensayos en donde los autores dan cuenta de la relación —larga, personal, compleja— que tienen con su poética: cómo la conciben, cómo llegaron a ella, cómo se relacionan con ella dentro y fuera de su mente, cómo ha evolucionado, cómo la usan, o cómo ella los usa a ellos, y, lo más importante: cómo se pone todo eso por escrito, de manera inteligible. Porque son conceptos que el autor lleva pensando veinte, cuarenta, sesenta años, pero que funcionan como un software: en la parte de atrás, por sí solos, con un lenguaje propio, de impulsos y emociones, no necesariamente de decisiones conscientes. ¿Cómo se captura ese pensamiento siempre en fuga? ¿Cómo pasar de esos procesos tan inmateriales a la materialidad —esperanzada— del libro? Los ensayos de la colección Paisaje Interior intentan mostrar esa dificultad: no hay demasiadas certezas en la retrospectiva, al contrario, siempre la postura inestable, cambiante, sumamente dudosa, hasta llegar al punto de sospechar que es en lo más hondo de la duda en donde reside la esencia de la creación, de un «saber» estar en el mundo. Algo a la vez emocionante y extraño, pues hace palpable el camino indagatorio de un autor vivo. «La emoción que se manifiesta como un proceso en el interior de quien mira», dice Calasso.
Quizá, tratando de decirlo en una línea: el autor trata de resolver el «problema» (la obsesión) que recorre toda su obra. Muchos autores ni siquiera sabrían cuál es ese problema, pero es la constante que los sigue. Cambia la apariencia, la forma, la construcción, pero no la esencia. Los libros de la colección intentan mostrar esa búsqueda, esa esencia.
¿Más teoría que experiencia, más experiencia que teoría?
A Gris Tormenta le interesa mucho más la experiencia que la teoría. Los de esta colección son ensayos escritos desde la experiencia personal. ¿Pero cuál experiencia? La experiencia subjetiva del autor conviviendo consigo mismo —con su mente poética, con la conformación de su mirada— durante toda una vida. Los autores viven, crean en un espacio intangible, de pensamiento, antes de hacerlo en el mundo físico; sus experiencias vitales se transforman: subliman la experiencia para convertirla en obra. ¿Pero dónde sucede todo eso? En un espacio interior, llamado mente o conciencia por algunos, alma o espíritu por otros. Ese es el paisaje interior. ¿Qué pasa ahí, cómo, por qué? Es un paisaje conceptual, inaccesible —hasta metafísico en algunos casos—, en el que los autores se encuentran siempre inmersos, sin posibilidad de escape. Pero es también el paisaje interior de la escritura, o de la creación. Es como tratar de poner por escrito las prácticas de la mente, en donde los autores desarrollan su «teoría de la duda».
¿Serán solo ensayos sobre escritura?
Idealmente habría otros creadores y autores, no solo de literatura (aunque es demasiado pronto para saberlo). Y es que más que de escritura, es una colección sobre la creación, sobre las obsesiones detrás de la creación. ¿De dónde vienen esas obsesiones? Nadie lo sabe. Y entonces cualquier «respuesta» o ensayo, visto desde ese lugar, va a ser imperfecto, no nos revelará mucho, nos revelará solo la búsqueda (quizá inútil e infructuosa), pero, si está bien planteado, lo hará con una gran dosis de lucidez, una claridad y una lucidez distintas a las de la ficción, y solo por eso vale la pena. Es el autor, lo sepa o no, en busca de sí mismo, en busca de aquello que lo impulsa, lo define, lo hace dudar y lo vuelve a definir. Y lo que une a estos libros es que son de autores a quienes les interesa crear y pensar sobre la creación tanto como la creación misma. Parecerían libros que no son tierra ni isla, sino el lento trayecto por mar entre ellas, en donde el lector se convierte no en observador, sino en observador del observador.
Henry James, refiriéndose a la creación, escribió: «Una segunda oportunidad: esa es la vana ilusión. Jamás ha habido más que una. Trabajamos a ciegas; hacemos lo que podemos; damos lo que tenemos. Nuestra duda es nuestra pasión y nuestra pasión es nuestra misión. Todo lo demás no es sino la demencia del arte». Las colecciones no tienen epígrafes, pero podríamos adoptar también este, de Brodsky, para Paisaje Interior: «La manera de existir del arte consiste en generar una nueva realidad estética que hace más definida la realidad ética del ser humano. Pues la estética es la madre de la ética».
¿Cuál es el origen de la colección?
Inició con la lectura de los dos libros de ensayos sobre poesía de Louise Glück (Proofs & Theories y American Originality). Pensamos que podríamos iniciar una colección editorial con ensayos así. Con el tiempo ampliamos la idea para incluir no solo ensayos sobre poesía, sino sobre la creación. Nunca pudimos conseguir esos derechos, la inauguración de la colección se retrasó más de un año por eso, pero esos textos siguen ahí como los que nos incitaron y nos dieron la primera idea. (Ahora esos dos libros acaban de ser publicados en español, en un solo tomo, por otra editorial.) (Y lo mismo pasó al inicio de la colección Editor: todo comenzó con un ensayo que, hasta hoy, no hemos podido conseguir para publicación en español, y de eso hace ya cinco o seis años.) Hay un documento de unas cuarenta páginas con todo lo que ha pasado desde la primera idea de esta colección hasta hoy: los nombres, los posibles títulos, infinidad de descripciones, reflexiones. Seguramente mucho de eso no servirá para nada, pero es un punto de apoyo: se nos ocurre algo y vamos a escribirlo ahí para (posible) referencia futura, para sentir que estamos «construyendo» una colección.
¿Será fácil encontrar ensayos así?
No creemos que sea una colección muy prolífica. No es un «género» tan común, al menos en español. Muy pocos escritores se sientan a escribir un texto, con longitud de libro, tratando de hablar de su poética, de sus predicamentos éticos o estéticos (Gerald Murnane es una excepción muy sorprendente). Muchos de los ensayos que hemos leído para la colección fueron (o iniciaron como) conferencias: por alguna razón los autores sí pueden, o sienten que pueden, hablar de estas cosas en voz alta frente a un público. (Habría luego que indagar más en esto, podría haber algo ahí, en por qué esa forma «se presta» a este tipo de discursos.)
Hay libros que quedarían muy bien en la colección, pero ya están publicados en otras editoriales. Los ensayos de Glück que ya mencionamos; La situación y la historia, de Vivian Gornick; Memorias, de Balthus… También hemos encontrado colecciones afines de algún modo: Cardinales, de Vaso Roto; The Charles Eliot Norton Lectures, de Harvard; Poets on Poetry y Writers on Writing, de Michigan; Why I Write, de Yale...
¿Cómo aparece el nombre, Paisaje Interior?
Los ensayos de la colección buscan dar forma exterior a un mundo interior. Durante más de un año se exploraron nombres que pudieran expresar eso. Uno de los primeros era colección Poética, o Poéticas, pero llegaba a confundirse, para algunos, con poesía. Otro que nos gustaba era Poética Interior, pero también lo descartamos, junto con otros cien nombres. Todos tenían algo que nos hacía dudar. (Es un enigma por qué dudamos y tardamos tanto: Disertaciones y Editor se nombraron en un día y no lo pensamos mucho después.) Paisaje Interior, como nombre, también tuvo algunas adversidades, pero al final fue el menos controversial. Nos gusta que el nombre contenga una contradicción, o una extrañeza: ¿«paisaje interior» como si alguien llevara por dentro un paisaje oculto? ¿O «paisaje interior» como «diorama», como esas representaciones casi teatrales que llevan la naturaleza al espacio confinado y que vemos en algunos museos de ciencias naturales? En el primer libro de la colección, Última carta a un lector, el autor, Gerald Murnane, dice: «Considero mi propia mente una suerte de paisaje», y a lo largo del libro hay varias referencias a paisajes, reales y abstractos, que usa como metáforas o génesis de sus ensayos. Eso fue una coincidencia. ¿O tal vez una señal de que el nombre había estado bien elegido? Al final no elegimos el nombre de la colección, simplemente dejamos de discutirlo. Estábamos muy cansados de ponderarlo y de racionalizarlo, probablemente de más.
¿Y cómo llegaron a ese primer libro de la colección?
Javier Jiménez Belmonte, de quien recientemente habíamos publicado Un texto en camino en la colección Editor, nos había escrito hacía unos meses para contarnos que había leído Last Letter to a Reader, de un tal Gerald Murnane —a quien no conocíamos—, y esa lectura le había hecho pensar en Gris Tormenta. Conseguimos el libro, lo leímos y quedamos extrañamente fascinados, porque sí había algo muy «Gris Tormenta» ahí. Decidimos iniciar la colección con este libro, reemplazando al de Glück (que a esas alturas era más o menos obvio que no íbamos a poder conseguir). Adalber Salas lo tradujo al español, y creemos que logró algo pocas veces visto: hacernos leer en español la voz del Gerald Murnane original, con sus extrañas idiosincrasias idiomáticas, sus juegos y rarezas lingüísticas y sintácticas, todo con la misma voz con la que lo habíamos leído en inglés, un logro que nos impresionó: hacer que el autor hable en otra lengua como si fuera la propia. Está logrado con mucha lucidez y elegancia. Última carta a un lector es todo un statement para iniciar una colección.
¿Qué otros títulos tienen planeados?
Suerte de principiante, de Julián Herbert, se publicará en febrero de 2024. Son once ensayos que parten de once conceptos clave en la mente del Julián Herbert autor: conceptos con los que ensaya su postura literaria ante la experiencia, ante la cultura, ante la vida. Fueron primero semillas en su mente, luego esbozos de conferencias intempestivas en su cocina, después «guiones» en una computadora, luego charlas con grupos de alumnos en vivo, luego transcripciones de esas charlas, que se editaron extensivamente para, años después, encontrar su forma en ensayos para un libro de esta colección.
Después de ese vendrá El lenguaje del poema, de Mario Montalbetti, en donde veremos transcurrir casi veinte años de la obsesión de un autor con un problema, que podríamos sugerir así: el poema es superior al lenguaje. El autor ha pasado su vida tratando de descifrar y expresar qué es un poema, de qué está hecho, por qué funciona, o no. Inicia con un ensayo del 2006 y concluye con uno que se está terminando de escribir en este momento, y lo curioso es que, en esa «búsqueda», las «respuestas» o hipótesis que va encontrando no se hacen más cortas y claras sino cada vez más largas y rebuscadas. Es un libro con mucha fuerza; hondo y audaz.
Estos primeros tres títulos podrían dar una idea más o menos clara de hacia dónde nos gustaría dirigirnos con esa colección.
Gris Tormenta inició con dos colecciones, Disertaciones y Editor. ¿Cómo se complementan o se suman a esta nueva colección?
En apariencia no son afines, pero si nos alejamos un poco en el futuro, veremos la estructura completa de Gris Tormenta, y cómo esta colección parece encajar en un esquema más grande, que no previmos al principio: si a Gris Tormenta le interesa «la intersección contemporánea entre escritura, lectura y edición», la colección Paisaje Interior explora el concepto «escritura»; la colección Editor, los procesos de «edición»; y una colección que se inaugurará a finales del próximo año, el concepto «lectura». Pero ahora vemos que quizá hayamos iniciado al revés: la colección Disertaciones, que fue la primera, parece ya explorar esos tres conceptos (como actos de creación) y sus intersecciones.
Hay un interés en el trabajo con colecciones.
Es menos conceptual de lo que parece: lo hacemos porque creemos que si logramos transmitir bien el cometido de una colección, los lectores desearán leer el libro que sigue en esa misma serie.